viernes, 10 de abril de 2015

JESUS: ACTOR PRINCIPAL



Muchos de nosotros estamos en el curso de Teología para obtener los 3 créditos curriculares y así seguir pasando al siguiente semestre. Tal vez habrá alguno, no lo sé, que si abiertamente le preguntasen si tuviera la posibilidad de dejar el curso, su respuesta podría ser afirmativa. Asimismo, se presentan otras interrogantes como en qué nos beneficiaría el curso. Muchos de los cursos que hemos llevado en primer año nos han servido para afianzar conocimientos previos como por ejemplo el curso de Matemática  o el de Lengua pero muchos se preguntaran en que me ayuda a mí llevar un curso donde todo se centre en la persona de JESÚS.

Ello es comprensible ya que también a mí me ha pasado con otras asignaturas pero lo bueno de ello es que uno no es el misma persona que empieza el curso  y logra terminarla; como decía Heráclito  “nadie puede bañarse dos veces en el mismo río” por qué algo habrá cambiado desde la última vez que uno pudo introducirse en las “aguas”, y  para nosotros esas aguas es el curso, nadie podrá decir terminando el curso, creo yo, no ha pasado nada  conmigo y que se sienta  igual que antes de ingresar a clases porque el contexto cambia aun la información que almacenamos influirá en otras que ya teníamos.

Como este curso nos llevara a recordar y tener presente a JESÚS, creo yo, durante casi todo el semestre; es indispensable saber quién fue Jesús o que significa Jesús. Muchos dicen que fue un hombre más en la tierra, otros como los judíos creen que es un profeta más, otros,  que fue un predicador, y otros, los que somos creyentes, creemos que fue el hijo de Dios, “el verbo hecho hombre” (Juan 1: 1-18), la promesa de Jehová para con el pueblo de Israel.

Esta  promesa registrada en los libros del antiguo testamento como lo  dice (Génesis  49:10) cuando menciona “No será quitado el cetro de Judá, Ni el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos”. Pero ¿en qué parte menciona al Mesías, nombre con el que se conoce al enviado de Dios? Ello se encuentra  en la parte que menciona a Siloh ya que este término significa el que da paz, descanso y es el mismo Jesús quien es  considerado como príncipe de paz, asimismo, él  dice a sus discípulos “estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz” (juan 16:33).


La promesa de un salvador, de un Mesías estaba hecha para el pueblo; y desde que fue hecha hasta que se hizo real pasaron muchos años en los cuales muchas personas que dudaron de la llegada de un elegido y otros tal vez desistieron de la idea de un salvador. Lo cierto es que llegado el tiempo de su aparición, el propio pueblo de Israel no lo recibió y por  el contrario lo rechazo y juzgo, así lo resume Juan 1:11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”. Y por lo que entendemos ellos aún siguen esperando al  Mesías, su salvador. Pero, ¿qué llevo al propio pueblo de Israel  a la duda y la incertidumbre?, las razones pueden ser varias, pero la que más me llama la atención es la que  dice que antes de que Jesús empiece su ministerio hubieron otros que se hicieron llamar los “mesías” e incluso varios de estos hombres formaron  grupos de levantamientos. Sin embargo, lo que paso con Jesús fue que muchos se sorprendieron de que él hubiera dicho que iba a morir pero  resucitaría al tercer día, afirmación que nunca se había mencionado en los otros que le antecedieron. Jesús dice esto porque realmente sabe  y tiene conciencia de quién es, Dios mismo. Porque si todo lo que dijo  hubiera sido falso no se hubiera cumplido la doctrina que él mismo predicaba, que ningún mentiroso entraría al reino de los cielos.